Instituto de Investigaciones Agropecuarias hizo entrega de semillas orgánicas a vecinos de Pichi y Talamí

Esto debido a los fuertes incendios forestales que afectaron a nuestra comuna durante el verano pasado. El Centro Regional de Investigación La Platina fue la entidad que otorgó este aporte a cerca de 30 vecinos, quienes recibieron semillas de tomate, de melones, sandías, zapallo, maíz y porotos.

En enero pasado una serie de fuertes incendios afectaron a todo nuestro territorio, desde Talamí, hasta Hacienda Alhué, consumiendo miles de hectáreas. Gracias al trabajo de la comunidad, Bomberos, CONAF y el municipio, se logró terminar con esta situación, en la que no se vieron dañados hogares, ni vecinos.

Sin embargo, una gran cantidad de vegetación y diversas plantaciones fueron afectadas con el paso de las llamas. Por este motivo, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) realizó un importante aporte a un grupo de vecinos de Alhué.

Cerca de 30 agricultores de Pichi y Talamí recibieron una serie de semillas orgánicas de parte del Centro Regional de Investigación La Platina, una institución dependiente del INIA, quienes se contactaron con profesionales del Programa de Desarrollo Local (PRODESAL), con el objetivo de materializar la entrega de este beneficio.

“Esta actividad se realiza a raíz de los incendios que se produjeron a principio de este año. Vimos que muchas comunidades agrícolas estaban muy afectadas, así que nosotros como tenemos un banco germoplasma, tenemos conservada una gran diversidad de semillas, las que podíamos aportarles a los agricultores de Alhué afectados por estas altas temperaturas”, explicó la investigadora del INIA, Érica Salazar.

Añadiendo que “los vecinos de Talamí nos comentaron que las plantas no habían sido arrasadas por el incendio, sino que las altas temperaturas habían producido la muerte de ellas, por lo que no había habido cosecha. Desde ese momentos se produjo esta iniciativa”.

La funcionaria pública indicó que los mismos vecinos escogieron las semillas que necesitarían. “Ellos nos solicitaron qué variedades de semillas que querían volver a recuperar. Nos pidieron semillas de tomate, de melones, sandías, zapallo, maíz y porotos, que son los componentes básicos de la huerta casera”.

Asimismo, Salazar dio cuenta de las principales funciones del INIA. “Esta institución tiene un mandato ministerial, que es ser los curadores de los recursos genéticos del país, como son todas las variedades de semillas que han sido desarrolladas y heredadas por los agricultores”.

De igual forma, manifestó que “a mí me interesa relevar el rol de los campesinos, para que estas semillas permanezcan en el tiempo, y que ellos mismos hagan que esta semillas lleguen hasta nuestras mesas, algo que no hace el INIA, sino que son los mismos agricultores”.

Por último, destacó que también se realizará otra iniciativa con los vecinos beneficiados con las semillas. “Nosotros como centro tenemos una serie de árboles frutales conservados en perfectas condiciones, por lo que los vecinos se dirigirán en diciembre próximo hasta el Centro de Los Tilos, en donde verán, y probarán los frutos, para luego decidir qué frutales tendrán para sus huertos”.

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